11 consejos para crear contraseñas infalibles

Una contraseña segura es tu primera línea de defensa contra los intrusos e impostores.

Nunca le des tu contraseña a nadie.* Nunca se la des a amigos, incluso si los consideras buenos amigos. Un amigo puede – quizás incluso accidentalmente – pasar tu contraseña a otras personas o incluso convertirse en un examigo y hacer un mal uso de la misma.

No uses solo una contraseña. Es posible que alguien que trabaje en un sitio donde utilizas esa contraseña la pueda pasar a otras personas o pueda usarla para entrar en tus cuentas de otros sitios.

Crea contraseñas que sean fáciles de recordar pero difíciles de adivinar. Si es posible, utiliza una frase como “Empezé mi 2º año de inglés en Oxford House en 2011” y usa la inicial de cada palabra: “Em2adieOHe2011”. Y haz que sean un poco diferentes (añadiendo un par de letras únicas) para cada sitio. Algunos sitios incluso te permitirán escribir la frase completa.

Haz que tu contraseña tenga al menos 8 caracteres. Cuanto más larga mejor. Las contraseñas más largas son más difíciles de descifrar.

Incluye números, letras mayúsculas y símbolos. Considera usar un $ en lugar de una S o un 1 en lugar de una I, o incluye un & o %; pero ten en cuenta que $1lbar NO es una buena contraseña. Los ladrones de contraseñas saben este tipo de cosas. Sin embargo, Ma$eucm1 (abreviatura de “Mi amigo Sam es un chico muy inteligente”) es una contraseña excelente.

No utilices palabras de diccionario: si está en el diccionario, hay probabilidades de que alguien la adivine. Existen incluso programas que utilizan los delincuentes que pueden adivinar palabras usadas en los diccionarios.

No la escribas en un lugar a la vista: esto puede parecer obvio, pero ciertos estudios han revelado que mucha gente escribe su contraseña en su monitor con una nota. Una mala idea. Si la tienes que escribir, esconde la nota en algún lugar en el que nadie pueda encontrarla.

Considera usar un administrador de contraseñas. Programas o servicios web como RoboForm (solo Windows) o Lastpass (Windows y Mac) te permiten crear una contraseña muy segura para cada uno de tus sitios. Solo tienes que recordar la contraseña para acceder al programa o sitio seguro en el que se almacenan tus contraseñas.

No caigas en los ataques “phishing”. Ten mucho cuidado antes de hacer clic en un enlace (incluso si parece ser de un sitio legítimo) que te pide iniciar sesión, cambiar tu contraseña o proporcionar cualquier tipo de información personal. Podría ser legítimo o podría ser un abuso informático “phishing” donde la información que introduces va a un hacker. En caso de duda, introduce manualmente la dirección URL conocida en la ventana de tu navegador.

Asegúrate de que tu ordenador es seguro. La mejor contraseña del mundo puede ser inútil si alguien está mirando por encima de tu hombro mientras la estás escribiendo o si olvidas cerrar sesión en el ordenador de un cibercafé. Programas maliciosos, como los “registradores de teclado” que registran todas las pulsaciones de tu teclado, se han utilizado para robar contraseñas y otra información. Para aumentar la seguridad, asegúrate de que estás utilizando un programa antimalware actualizado y que tu sistema operativo está actualizado.

Considera usar una “contraseña” también para tu móvil. Muchos teléfonos pueden bloquearse por lo que la única forma de usarlos es escribir un código, normalmente una secuencia de números. A veces, cuando personas con malas intenciones encuentran móviles desbloqueados, los utilizan para robar información sobre los propietarios, hacer un montón de llamadas o enviar mensajes de texto que parecen que vienen del propietario. Alguien que se hace pasar por ti podría enviar mensajes que pueden dar la impresión de que estás acosando o intimidando a una persona de tus contactos con palabras o imágenes ofensivas.